Querido Cato: Nunca tuve la oportunidad de decirte esto pero, el entrenar contigo todos los días y todo el tiempo que pasamos juntos antes y durante Los Juegos me hicieron pensar en que no sólo sentía una amistad por ti... Debajo de mi fachada de ira y sed de sangre, estaba enamorada. Siempre tuya, Clove.
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